¿Cuánto vale el recuerdo del día más importante de tu vida? No sabría responder a esta pregunta. Pero si sé lo que puede costar contratar al amiguete de tu cuñado por un precio muy económico. Lo he visto muchas veces, parejas arrepentidas de esa mala decisión. Es importante darle la importancia que merece a esa persona que se va a encargar de tus recuerdos y no escatimar en recursos.
Habitualmente todos los profesionales del sector nos hemos encontrado con alguien comentando lo carísimos que son los diferentes proveedores en bodas. Sin embargo yo no conozco a ningún videógrafo que se haya hecho rico.
(Pongamos algo más de precisión al asunto.)
El equipo que habitualmente se lleva a una boda es de unos 10.000€ entre pitos y flautas. Cada par de años se renueva, la tecnología avanza muy rápido y hay que estar a la última para ofrecer un buen producto.
El equipo informático para poder montar vídeos grandes y no tener que estar maldiciendo a Bill Gates a cada poco no es precisamente barato.
Si quieres mantener tu cordura en su sitio no puedes hacer más de 10 o 15 vídeos de boda al año por ti mismo. El proceso de hacer un vídeo de boda es largo y complicado. Aquí lo explico mejor.
El tema de los impuestos y la cuota de autónomos en nuestro sector da miedo. 283,3€ de cuota tengas ingresos o no, 21% IVA, IRPF. Y súmale gestoría, seguro, el sueldo y el alta de tu segundo cámara.
Esto son gastos básicos, así, de entrada, antes de empezar a trabajar y echarle horas. Sin contar el tiempo, formación y visión única que solo esa persona puede darte.